HOMELAND

JFK (1991),de Oliver Stone

Hace años ya, cuando la fascinación de imitar el fenómeno comiquero yanqui se había apoderado de mí, me dispuse a modernizar alguno de los superhéroes que había inventado en mi niñez. Y elegí al LINCE. Empecé buscando orígenes para su poder ( que iba a ser la visión ¿no? ), que vida civil tenia, etc. Nada del otro mundo, ¿ no ? Pero lo que iba a modificar mi enfoque del personaje fue una película: JFK, del director Oliver Stone. Esta peli literalmente me voló hasta el último folículo del cráneo. Siempre pensé que el gran villano del asesinato de Kennedy era Harry Oswald. Un hombre malo mata a un hombre bueno. Punto. Asi me lo había contado mi vieja. Y nunca me interesó tanto la historia como para ahondar en lo cierto o falso de la misma. Pero llegó ese dia en que apreté PLAY en la video y el mundo se me dió vuelta. El invisible poder de la mentira. La influencia de la manipulación. La fragilidad de nuestros derechos. La hipócrita conveniencia de la política en democracia. El abuso del poder ( hoy muy de moda en la injusta arremetida de gran parte de una comunidad contra un simple e inofensivo humorista )...Todo danzando ante mis ojos. Apreté STOP pero era inútil. Mi superhéroe ya no podía ser el que imaginara tan simplonamente, y tampoco yo volví a ser el mismo.

Life (2007)

Luego del suceso que fue RESCATANDO AL SOLDADO RYAN, Spielberg y el protagonista de dicha peli, Tom Hanks, se unen para producir una miniserie ambientada en la misma temática. Con un gran elenco, y capítulo a capítulo, uno de los actores se iría elevando por sobre los demás en la trama, Damian Lewis. No es que me cayera muy simpático el muchacho pero tampoco resultaba indiferente. Así fue como con los años, me lo volví a cruzar en una serie ( LIFE ) donde interpretaba a un policía acusado y encarcelado por 12 años injustamente, que recupera la libertad y su trabajo al comprobarse su inocencia; y, como indemnización por lo sufrido, le dan unos cuantos millones de dólares. Lo interesante de la serie es que comienza a averiguar él mismo su propio caso sin que nadie sepa y ,en cada capítulo , va mostrando indicios de cómo le había afectado su vida en la cárcel. De ser un hombre aparentemente manso y controlado a ser alguien capaz de saltarse cualquier regla y los límite, con una violencia casi animal a punto de emerger a cada instante. Y Damian Lewis lo hacía muuuy bien. Vos le creías o, mejor dicho, no sabías si creerle, no sabías que esperar...

Lo último que recuerdo de Claire Danes es su participación en TERMINATOR 3, como la que sería la pareja de John Connors en el futuro, y también su férrea mano derecha en su guerra contra las máquinas. La recuerdo muy chillona, muy mandona. Esta bien que acá el que hace de John da todo el perfil de pollerudo, pero la mina era irritante y quejosa por demás. Y con el personaje quedó pegada la actriz ¿ no ? Así que no me quedaban recuerdos estimulantes de dicha señorita.

Pero escuché bastantes comentarios positivos de una serie que siempre dudaba si ver o no. Suficientes como para decidirme entrar al mundo de HOMELAND. Protagonizada por Damian Lewis y Claire Danes. 
El es un prisionero de la guerra contra Irak, al que encuentran por casualidad en una incursión de fuerzas yanquis. Nadie lo estaba buscando ya que habían sido dados por muertos tanto él como su compañero de operaciones. Ocho años después es regresado a su hogar, donde lo espera su esposa y sus dos hijos...¿ podemos imaginar que será fácil  retomar la vida familiar para ambas partes ? Podemos pero...Como contraparte, aparece el gobierno. Ya que él pasa a ser un héroe para su nación y, por lo tanto, un importante estandarte político para el gobierno en funciones. Y acá emerge la figura insoslayable del personaje de  Claire Danes. Muy lejos de su personaje en TERMINATOR, en la piel de una analista de la CIA, cuyo pasado guarda una operación fallida en tierras irakíes, de la que sólo le queda el recuerdo de lo dicho por un informante: Habrá un prisionero de guerra acondicionado para encabezar un atentado terrorista contra gobierno yanqui. Ya imaginamos sobre quién van a recaer las sospechas. Imaginamos pero...Apoyada casi unicamente, y a duras penas, por su tutor laboral ( el excelente actor MANDY PATINKIN, primer perito psiquiátrico en la serie CRIMINAL MINDS ), deberá arremeter contra EL HOMBRE DEL MOMENTO, alguien que debe ser considerado una víctima, alguien para dejar en paz. Hasta sus propios superiores se le pondrán en contra. Con una obsesión muy cercana ( por lo autodestructiva ) a la que mostrara GENE HACKMAN ( como el detective POPEYE en CONTACTO EN FRANCIA 1 y 2 ), esta agente de la CIA irá hasta contra sí misma en busca de la verdad. Así empieza la serie. Pero como termina, no hay manera de predecirlo. Y tampoco tiene gracia hacerlo. Episodio tras episodio, la trama se va  retorciendo al mejor estilo LOST ( cada pregunta que se responde origina una  nueva pregunta a responder ), no sólo en torno a los dos protagonistas sino a la esposa del héroe ( super sexy MORENA BACCARIN,  la villana en la nueva versión de V ) y al tutor de la agente. Secretos, mentiras, verdades a medias. Lo que si, difícilmente se cometa el mismo error que en el desenlace de LOST, ¿ no ? Esta trama no lo necesita porque habla de cosas que tranquilamente pueden suceder en el mundo de hoy. Donde nunca es fácil diferenciar los buenos de los malos. Y los corazones son tan oscuros como las sombras.
      La primer temporada se compone de 12 capítulos. Vibrantes. Sinuosos. Atrapantes. HOMELAND se traduce algo así como TIERRA DE ORIGEN ó TIERRA NATAL. Osea, la tierra en que naciste. Y un poco la serie transmite esa calma donde todo parece ser simplemente lo que está a la vista, como si estuvieras en casa. Pero...Ganadora de un globo de oro como MEJOR SERIE DE DRAMA; CLAIRE DANES como actriz dramática y DAMIAN LEWIS nominado pero no ganador, HOMELAND te invita a pasar sus fronteras, y comprobar que, aunque ya se te haya dado vuelta el mundo varias veces, siempre existe una rosca más.

                                                                                           Silvio Rouco