"Cambia la ecuación" |
Walter White ( Bryan Cranston ) es un hombre apocado, aburrido profesor de química de una Universidad donde no le importa a nadie( lo cual incluye alumnado anque profesorados todos ). A la salida de este trabajo, tiene un segundo empleo en un lavaautos donde atiende la caja cuando no falta alguno de los lavadores, al que debe reemplazar sin emitir palabra alguna, no porque no pueda quejarse sino que a nadie le importa sus quejas. Su mujer Skyler ( Anna Gunn ) lo ama pero lo toma como a una especie de osito peluche, haciendose cargo de las decisiones del hogar sin consultarle. El señor White se lo banca pero en gran parte porque está embarazada de su segundo hijo. El primero, Walter White, Jr, ( RJ Mittle ), es adolescente y tiene discapacidades para hablar y caminar, por lo cual usa muletas.
La vida del señor White no va a mejorar ni un poquito pero si va a cambiar. Y lo que venía color gris, va a tomar otra tonalidad muchisimo más interesante a partir de una noticia que recibe nuestro protagonista: tiene cancer de pulmòn y va a morir en año y medio como mucho. Ahí el tipo hace CLIC y todo lo que se venia bancando la primer media hora del capitulo inicial ó piloto, pasa a tener su real valor ,osea, la nada absoluta. Y por distintos devenires de la trama, decide usar sus conocimientos quimicos para fabricar metanfetamina de la mejor calidad, para juntar el dinero suficiente para los estudios de sus dos hijos y el bienestar de su mujer antes de que le llegue la muerte. Claro, nadie se entera, ni de su enfermedad terminal ni de su nuevo enfoque de la vida. Para este se asociará con un exalumno suyo que, se sabe, anda en el tema de la droga, Jesse Pinkman ( Aaron Paul ), fundamental en el desarrollo de los acontecimientos.
A partir de acá, este dúo nada dinámico se enfrentará a situaciones de mucha violencia con los distintos narcos con los que negocian la distribución de la droga, mientras evitan ser capturados por un agente dela DEA , el cuñado de Walter, Hank Schrader ( Dean Norris ), casado con la hermana de su mujer, Marie Schrader ( Betsy Brand ). Pareja que está muy cerca de los White, aunque se relacionan toscamente. Hank es mentalmente un ladrillo, incapaz de ponerse en el lugar de la otra persona aunque sea bienintencionado y Marie tiene grandes problemas de cleptomania ( ¡! ), lo que le trae de rebote complicaciones a Skyler, por andar con ella de compras. Luchando por lograr su cometido, manteniendo a duras penas su actividad en secreto, White le pone todas las agallas a la nueva situación que vive, sabiendo que ya no tiene revancha, y la muerte no lo va a encontrar arrodillado.
Pero acá no hay superhéroes ni momentos edulcorados, ni escenas de acción hollywoodenses. Lo único que hay es un disparador de situaciones que van cayendo en remolinos, que nunca te deja saber adonde van a parar. Walter es un hombre común y sólo por su familia y su enfermedad decide romper la ley pero todo se le irá de las manos y surgiran amenazas cada vez peores para las cuales él no está preparado ni se piensa entregar. Llevando consigo en la corriente al joven Pinkman, quién tampoco sabe bien que hacer con su vida debido a la escasez de habilidades y virtudes en su persona.
A partir de acá, este dúo nada dinámico se enfrentará a situaciones de mucha violencia con los distintos narcos con los que negocian la distribución de la droga, mientras evitan ser capturados por un agente de
LA NUEVA VIDA DE WALTER WHITE |
Porque de eso habla BREAKING BAD, de nosotros, de lo que escondemos a los demás, y de que no hay nada más malo que poner contra las cuerdas a un hombre bueno. Como dice esa fabulosa frase del comic BORN AGAIN: “Un hombre sin esperanza es un hombre sin miedo.”
Silvio Rouco
Silvio Rouco
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